APADRINA UN SILLAR




PROYECTO DE MICROMECENAZGO (CROWDFUNDING) "APADRINE UN SILLAR" DE LA IGLESIA DE SANTIAGO DE SIGÜENZA



En iglesia de Santiago, el día 27 de julio, se celebró el acto de presentación de su   Asociación de Amigos. Acto en el que la presidenta de su Junta Directiva, Elena Guijarro, explicó con detalle el proyecto de Rehabilitación de dicha iglesia para convertirla en Centro de Interpretación del Románico. Como Miembro de dicha Junta y como Cronista Oficial de la ciudad, a continuación me correspondió presentar el Proyecto de micromecenazgo "Apadrine un sillar", mediante el cual se pretender conseguir la financiación precisa para llevar a cabo tal rehabilitación.




" La iglesia de Santiago, en la que hoy hemos celebramos este acto de presentación de la Asociación de Amigos, como brillantemente nos explicó ayer la Dra Marta Poza Yagüe, en su conferencia titulada, "Santiago de Sigüenza: una iglesia en la encrucijada entre el románico y el gótico", iniciaría su construcción a finales del siglo XII, siendo obispo de Sigüenza Martín de Finojosa, y su fábrica se concluiría antes de 1120, en época del rey Alfonso VIII, cuando el sobrino de D. Martín, D. Rodrigo, que había participado junto al rey en la Navas de Tolosa, era el nuevo prelado seguntino.

Una de las características mas singulares de esta iglesia, que nació parroquial, es la amplitud de su única nave, que sorprende a todos los que la visitan. Esta amplitud, como ya hemos explicado en otras ocasiones, respondió a la función que iba a desempeñar desde principios del siglo XIII, ser la sede de los concejos abiertos de la ciudad.

Mas tarde se convertiría en iglesia conventual, como evidencia el coro que se construyó a sus pies, y como tal iglesia del convento de monjas franciscanas llegó hasta la Guerra Civil en la que fue semidestruida por los bombardeos. Durante décadas sus ruinas fueron el triste recuerdo de la contienda en Sigüenza. Tras la guerra el primer edificio que se rehabilitó en la ciudad fue la catedral, luego sería el turno del Seminario, del convento de Ursulinas, o de la ermita de Santa María de los Huertos. Mucho mas tarde se rehabilitaría el castillo,  que se convirtió en Parador Nacional a finales de los años 70. Y mas recientemente el antiguo hospital de San Mateo para convertirlo en Residencia de la Tercera Edad. Tan solo unas decenas de casas de las Travesañas y la iglesia de Santiago quedaron en ruinas hasta los albores del siglo XXI. En él, incluso en aquellos solares de guerra, vacíos durante décadas, se alzaron nuevos casas, pero la iglesia de Santiago no veía el momento de restañar sus heridas.

Desde el primer momento en que nació la Asociación de Amigos de la Iglesia de Santiago, lo hizo para gestionar su rehabilitación y para organizar todos los actos posibles para recaudar fondos para convertirla en Centro de Interpretación del Románico. Conociendo el deseo de muchos seguntinos de entrar a la iglesia que había permanecido cerrada durante tantos años, pensamos que una manera de implicar a todos en nuestro proyecto era pedir a cada uno de los que quisiesen visitarla 1€. Nuestra sorpresa fue grande cuando nos dimos cuenta que mucha gente se quedaba en el umbral y no pasaba simplemente porque se les exigía un pago para hacerlo.

Decidimos entonces dejar la entrada libre y confiar en la buena voluntad de quienes entrasen a verla. Y fue un acierto, pues una vez que conocían la iglesia y nuestro voluntarios les explicaban el proyecto de rehabilitación la mayoría dejaba un donativo y se marchaba con la idea de volver para ver si el proyecto se había llevado a cabo.

Frecuentemente cuando enseñábamos el edificio, señalando el deterioro de muchos de los sillares de sus muros, y el coste que supondría rehabilitarlos, era cuando oíamos la frase ¿Y cómo puedo ayudar a su restauración? Y ante esta pregunta tan sencilla, nació una respuesta que tenía mucho de sugerencia y algo de ruego, "Apadrine un sillar". Es decir, si usted quiere ayudar, puede apadrinar un sillar. Una vez lanzada la frase en la presentación de la Asociación en la Casa de Guadalajara en Madrid, se convirtió en titular de los periódicos digitales. Y entonces fue el momento de buscar la manera mas efectiva de llevar a cabo dicha campaña.

Buscando modelos de financiación popular, conocimos el sistema Crowdfunding, es decir, "el micromecenazgo". Un sistema que recoge el esfuerzo y aportación de muchas personas para llevar a cabo una obra colectiva. En este caso la rehabilitación de una iglesia. Esta cooperación se organiza propiciando una red de micromecenas que encuentran el premio a su aportación en la satisfacción de ser útiles y solidarios para un logro de interés general o cultural, como es nuestro caso.

En sus asientos hemos dejado un Boletín de Aportación en el que se indican las cuentas bancarias en las que pueden ingresar su donativo. Digamos en este momento, que la cantidad mínima para participar el este proyecto es de 50€, pensemos que cada sillar tiene un coste aproximado de 100€. Si cualquiera de ustedes en este momento de crisis no puede donarnos dicha cantidad, tienen la urna colocada en la mesa de entrada para depositar cualquier cantidad menor, siempre será bienvenida.

Pero si pueden participar en este proyecto de micromecenazgo, podrían apadrinar desde medio sillar, a varios de ellos. Su nombre quedará registrado, y en un futuro aparecerá en un plano virtual en el que se verá el despiece de sillares de la iglesia y  quienes han apadrinado cada uno de los sillares. Además recibirán un certificado de dicho mecenazgo.

Este proyecto tendrá varias fases, en la primera los sillares que se pueden apadrinar son los llamados "sillares tipo", por ello no nos hemos impuesto un tiempo concreto para recaudar el dinero y hemos utilizado la formula del ingreso directo de dichas aportaciones en las cuentas de la Asociación.

En fases posteriores, cuando los sillares o piezas a restaurar sean especiales, y se precise una mano de obra especializada, el sistema de recaudación será el mas clásico de los usados en los proyectos de Crownfunding. Lanzar una campaña rápida a través de  internet, avalada por una entidad de prestigio, que en nuestro caso será Hispania Nostra, en la que cada uno se comprometa a pagar una cantidad concreta que solo será retirada de sus cuentas cuando se alcance el coste total del proyecto.

Como miembro de la Junta Directiva de la nueva Asociación les agradezco su atención y cualquier forma de ayuda para colaborar en un proyecto que es de todos. Y les sugiero que cuando enseñen la iglesia a cualquier amigo o visitante, y este les pregunte ¿Y que puedo hacer yo para contribuir a la rehabilitación de la iglesia?, vuestra respuesta sea, "Apadrine un sillar".

Muchas gracias por su atención".

Pilar Martínez Taboada
Cronista Oficial de la ciudad de Sigüenza.
Miembro de la Junta directiva de la Asociación
de Amigos de la Iglesia de Santiago.